Se transforma una oficina de 50m2, que pasa a ser una vivienda de un dormitorio. La planta rectangular con mayor fondo que frente permite diseñar un espacio fluido con dos estancias en paralelo, distribuidas de manera que se aprovecha la iluminación de la fachada para dar lugar a un salón-comedor-cocina y un dormitorio que incorpora un espacio de despacho, situándose en el interior un vestidor y un cuarto de baño.
Se dota de amplios armarios, la pintura blanca, matizada en alguna pared en gris, junto con un buen proyecto de iluminación y unas modernas instalaciones la convierten en un lugar atractivo y confortable.
Se dota de amplios armarios, la pintura blanca, matizada en alguna pared en gris, junto con un buen proyecto de iluminación y unas modernas instalaciones la convierten en un lugar atractivo y confortable.